
Pasa, como le ha sucedido a una mujer británica, que es
noticia porque nueve meses después de dar a luz a su primer bebé volvió al
hospital para tener nada menos que trillizos. Vamos, que en nueve meses han
pasado de ser dos en casa, papá y mamá, a ser seis: papá, mamá, el bebé de
nueve meses y los tres pequeños.
Su nombre es Sarah Ward y lo más curioso es que después de
tener a su primer hijo los médicos le dijeron que no podría concebir más, que
ese sería su único hijo. Ella y su pareja, Ben Smith, se hicieron a la idea de
que así sería para siempre, una pareja con un hijo único. Imaginad la sorpresa
cuando se enteraron de que estaba embarazada de nuevo y les dijeron que no
venía uno, sino tres.
Ahora, como explican en el Daily Mail, cambian unos 175
pañales y dan unos 80 biberones a la semana. Dos de tantas tareas que hacen
como padres y que han transformado su hogar, según dice el padre, en algo más
parecido a "una guardería".
La madre explica que son muy felices, que entraron en
"estado de shock cuando nos enteramos de que eran trillizos", y
afirma que necesitan un buen rato si van a salir a la calle, pero que no supone
ningún problema: "Ahora necesitamos dos horas para prepararnos si queremos
salir de casa pero para nosotros no es una tarea complicada. Nos encantan los
bebés, de modo que nos sentimos los padres más afortunados del mundo".
Sin duda, se trata de una curiosa historia de una familia
que en menos de un año se ha convertido en numerosa y una muestra más de que en
la medicina dos y dos no suelen ser cuatro, que cuando resulta que no podían
tener más hijos van y tienen trillizos concebidos de manera natural.
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